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FAMILIA Y RELIGIÓN I

CAPÍTULO I

 

 

Familia y Religión (Catecismo de Sexo)

Todo empezó jugando con mi hermano.

Soy el 4º de 5 (4 chicos y 1 chica) con un gemelo que nació 10 minutos más tarde que yo. Todos en mi familia, hombres y mujeres, tenemos evidentes raíces celtas, pelo roguizo oscuro, pecas en la cara y brazos y los ojos color miel, aunque somos del norte de España. 

A mi hermano gemelo y a mí, solo nos diferencia un pequeño lunar en el hombro derecho, por lo demás, eramos casi idénticos, ¡hasta mi padre se lía cuando nos ve por separado! Solo mamá nos distingue a la primera, bueno, y el padre Beltrán.

Todo comenzó el día que descubrí a mis 2 hermanos mayores, agazapados tras la cama de mis padres, mirando algo que tenían en el suelo mientras sus hombros vibraban con muchísima rapidez y, por un segundo, vi a mi hermano mayor agarrándose el pito y con su mano lo movía arriba y abajo como frotándolo para hacer fuego! En décimas de segundo, mi cerebro procesó la imagen.¿que miraban y por qué se frotaban los penes como dos frenéticos?. Mi hermano mayor, comenzó a emitir un gemido acompañado de unas pequeñas pero aceleradas convulsiones. Yo no entendía nada!

Yo- ¿Qué pasa?!

Y al verme, me dieron con un grito tan fuerte que casi me desintegran.

Ellos.- ¡¡¡Vetee!!!

Corrí despavorido a nuestro gran dormitorio y me escondí en un rincón secreto (bueno, eso creía) tras el mueble donde se guardaban las cuatro camas abatibles donde dormíamos los chicos.

Solo tuve que esperar a que ellos no estuvieran para averiguar que era aquello que no querían compartir conmigo. Después de buscar un buen rato por la habitación de mis padres, no se porque me dio por mirar bajo el colchón y, allí estaban!. Cuatro revistas con gente desnuda!. 

Al abrir una, una enorme fotografía a todo color, mostraba una mujer metiéndose en la boca una polla enorme de un hombre maduro, moreno, con canas y muy velludo, mientras ella metía un dedo en su vagina.

Pensé que me explotaba el corazón, nunca había visto a dos personas mayores desnudas haciendo eso. Según iba pasando las páginas, aun se me aceleraba más al ver las escenas pornográficas del relato. No podía dejar de mirar y no se por qué, imaginaba a mi padre y mi madre haciendo esas cosas. Cuando llegué a la mitad de la revista, vi como ese hombre moreno y velludo, hacía pis en la boca de la mujer y 2 fotos después, ella volvía a introducirse en la boca ese enorme pollón como queriendo limpiarlo.

¡No podía creer lo que sentía! Mi pene, estaba duro y tieso como nunca había estado, hasta me asusté pensando que me estaba pasando algo malo pero, el gozo que sentía me decía que eso no era peligroso para mi salud.

Con las otras revistas la única diferencia era que cambiaba de personas, mas jóvenes, mas adultas, rubias morenas etc. pero había algo que no entendía, solo cuando les miraba a ellos, sobre todo si eran maduros y velludos, hacía que mi polla se pusiera aun mas dura. ¡Yo quería que fueran de carne y hueso aunque fueran del tamaño de esa pagina, para poder tocarlos y saborearlos! ¡Quería hacer lo mismo que ellas hacían! Meterme esos miembros en mi boca hasta mearnos mutuamente toda una eternidad!

Cogí una de las revistas porno, con el macho moreno peludo que me gustaba y me encerré en el baño para intentar hacer lo que vi a mis hermanos una hora antes.

Diossss, miiio!! mientras miraba la verga de ese macho follando la boca y el coño de la mujer, mi polla se puso dura como antes y comencé a mover mi mano como les había visto a  mis hermanos, Jodeeer!!, ¡no me lo podía creer! 

Una ráfaga de espasmos cortos y potentes,  recorrió mi cuerpo mientras vi aparecer por mi pene una especie de moco blanco que me cubrió el nudillo de mi dedo indice. No sabía si era un ataque por el que moriría en ese mismo instante pero por mi mente pasó la idea que si esa era mi muerte, morir no era tan desagradable como decía la gente!

Empezaron a parar los espasmos y una tremenda paz y gozo inundó todo mi cuerpo. Olí el líquido que salía de mi polla y noté que no era pis, pasé mi lengua por encima y parecía el sabor del suero de los yogures de mi madre cuando aún estaban calientes y de una lenguetada, lamí el resto que tenía en el dedo.

La tercera vez que repetí la maravillosa experiencia en el baño al día siguiente, ese moco blanco comenzó a convertirse en un hilo más largo y más tarde en dos y a los días, salía disparado hacia arriba como una pequeñita pistola de agua. Aún no sabía de qué se trataba esa nueva experiencia fisiológica pero no iba a parar de hacerla!

Una semana después del primer orgasmo que cambió mi vida, corrí a contarle a mi hermano gemelo el maravilloso descubrimiento de las revistas y de lo que ocurría cuando movías la polla con tu mano viendo las fotos. 

Yo.- Esto no se lo puedes contar a nadie! Solo es para nosotros cuando queramos. Es súper secreto.

El abrió los ojos como platos y contestó:

Marco.- Si, si. ¿Qué es?

Yo.- Espérame aquí.

Salí corriendo, cogí las revistas porno y volví como un rayo a nuestro cuarto.

Nos metimos en nuestro rincón secreto y comencé a enseñarle las revistas.

Marco.- ¿Qué, qué..es esto?! ufff…

Tuvo la misma reacción que yo la primera vez que las vi.

Marco.- Ala! Que pito más gordo!

Yo.- ¿Te gusta?

Marco.- Si!, mucho. Mirándose el pantalón se sacó su pene y comencé a masturbarlo.

Marco.-Ufff, qué pasa? Me duele mucho!

Yo.- No pasa nada, ya verás.

Comencé a pajearme delante de él mientras miraba las fotos y a la vez, su polla pinada. Sin pensar, cogí sus suaves testículos con mi mano izquierda y al instante, comencé a gemir y retorcerme mientras disparaba al aire los chorritos de leche.

Marco.- (asustado) ¿Qué te pasa?, ¿qué te pasa?!

Yo.- AAAhhh… ¡Nada, nada!, ¡Es buenísimooo, hermano!

Comencé a sentir que la respiración volvía a su ritmo natural y cuando pude empezar a articular palabras de nuevo, le dije:

Yo- Yo te ayudo, ya verás.

Cogí su polla con mi mano y empecé a pajearlo, no pasaron ni 30 segundos y comenzaron sus convulsiones con un chillido ahogado y le siguió un pequeño borbotón de leche sobre mi dedo como me ocurrió a mi la primera vez.

Yo.- Ya está, ya está!- Dejé de mover mi mano mientras él recuperaba la respiración.

Marco.- Ufff, uff.. AY, ay..

Yo.- ¿Te gustó?

Marco.- Si…., si!!

Desde aquel día, siempre que podíamos, lo hacíamos una y otra vez. Intentábamos hacer las mismas cosas que veíamos en las fotos de las revistas.

A los gemelos, nos une algo que solo otros gemelos pueden entender, no existían los secretos, el pudor ni la vergüenza, pero aun, no le había contado la historia en ducha con papá el sábado anterior. 

Mientras me bañaba, entró a mear y bromeando conmigo mientras lo hacía, dice: 

Papá- Uy! Que te ducho! Jajaja…- echo un chorro enorme de sus meos sobre mí y volvió rápidamente su meada a la taza del wc. Mi padre salió riéndose del cuarto de baño. Para él solo había sido una de tantas bromas que nos gastaba.

Yo me quedé, untando el chorro de pis de papá en mi pecho y embriagándome con su olor. Volví a sentir mi pito duro con la punta pegada a mi abdomen, me masturbe mientras rescataba alguna de sus gotas con mis dedos para lamerlas con mi lengua. Definitivamente, mi alma se separaba de mi cuerpo al saborear los fluidos de un hombre.

 CONTINUA EN...  CAPÍTULO II - Conociendo al padre Beltrán.

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 PAPÁ


 


 

 

 

 

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